viernes, 14 de noviembre de 2014

"Sálvese quien pueda".

Cada vez se respira peor, en esta España nuestra. Hace tiempo que huele a podrido pero empiezan también a oler raro los que se presentan voluntarios para ejercer de barrenderos. A unos días del 25 aniversario de la caída del muro de Berlín es cada vez más evidente que los daños afectaron a ambos lados del muro y no solo a la parte oriental. El muro no cayo, lo tiraron y con el cayeron muchas de las referencias ideológicas de los dos bandos. El siglo XX, el más corto de la historia de la humanidad, pues empezó al final de la grand guerra, en 1918 y se dio por finiquitado el 9 de noviembre de 1989, fue el siglo de los excesos para bien y para mal. El siglo de las ideologías y de los desencantos. Me comentaba un amigo gallego que lo único que merecía la pena salvar de esos 71 años fuera el Mayo del 68 y el primer festival de  Woodstock que se organizo en el 69. ¿Y el resto? mi amigo piensa que hay que echárselo a los cerdos. Sin ser tan radical como mi amigo yo también salvaría dos o tres películas y los Simpson.
Y lo que llevamos de siglo XXI, no va por mejor camino, por no utilizar palabras malsonantes. ¿Y España? Malamente. Un país donde un juez de instrucción dice, en un auto que el partido del gobierno  mantiene una relación "simbiótica" con las tramas de corrupción, tiene un problema como mínimo de sensibilidad democrática y de autoestima. Las malas hierbas no solo han invadido el terreno de la política, han colonizado todo nuestro espacio vital. Estamos a un telediario del "sálvese quien pueda" y claro se salvaran los de siempre. Los que ya tienen su futuro asegurado en Suiza o en otros pequeños estados con nombre paradisíacos.
La caída del muro, propiciada por el colapso económico de la URSS y por extensión de todo el bloque del este, fue utilizado por los que propiciaron ese colapso, para intentar liquidar no solo a la izquierda mundial sino la Historia. Proclamaron el fin de las ideologías cuando lo que pretendían era dominar el mundo con su ideología neo liberal. Querían un mundo con una sola gran potencia que ejercería de gendarme mundial y un sistema económico basada en la globalización . Este plan fue apoyado incluso por gente como Blair y su tercera vía.
Todo esto se termino el 11 de septiembre de 2001 con el atentado de las Torres Gemelas, Estados Unidos no tiene la capacidad suficiente para ejercer de gendarme en este mundo del siglo XXI. En cuanto al sueño económico de la globalización y de la supremacía de unos  mercados  financieros campando a sus anchas se vino abajo con Lehman Brothers y la mayor crisis económica conocida por el capitalismo.
La desregulación de los mercados y de las relaciones internacionales, en aras de una mayor eficacia  es una trampa que amenaza con convertir nuestro mundo en una selva, donde impere la ley del más fuerte. Ya estamos en niveles de desigualdad desconocidos desde principios del pasado siglo o de finales del XIX.

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