martes, 8 de julio de 2014

Llegó Podemos y mandó parar.

Empezaron diciendo que la política tenia las horas contadas, después que lo tenia que desaparecer  era el parlamentarismo y con él el sistema representativo. Algunos dieron el cantazo persiguiendo parlamentarios catalanes por las inmediaciones del parlamento de la Generalitat, otros dieron la nota saliendo de la Cámara Baja,  de la Carrera de San Jerónimo  para hacerse la foto con los que protestaban rodeando el edificio. Después intentaron hacernos creer que el cabreo era solo y exclusivamente contra los dos grandes partidos o mejor dicho contra el bipartidismo.  La confusión buscada gracias a la identificación del PSOE y el PP, lanzada en principio por la derecha "forista" en Asturias y por Rosa Diez a nivel general fue abrazada también por IU. Y luego llego Podemos y su "casta" y mandó parar. Mandó un mensaje difuso pero clasificador, respaldado por 1.200.000 votos. Los votos son la mejor manera de interpelar a los partidos políticos porque son el único idioma que  dominan.
La aparición de Podemos se puede analizar de diferentes maneras, casi todas interesadas. Lo primero que parece demostrar es que la política no esta en las ultimas, como querían hacernos creer. Segundo que Podemos ha venido a hacer política en las instituciones y no en la Puerta del Sol, por lo menos de momento y no tenemos por qué profetizar a futuro.
Creo que es necesario normalizar el fenómeno Podemos, no considerarlo ni extraordinario ni extremista, Podemos es pura y llanamente la visualización de un fenómeno que algunos vienen negando desde hace años. Podemos es consecuencia de aquel "no nos falles" que miles de gargantas gritaron a Zapatero en la noche de su primera victoria electoral. Podemos es hijo de la vergonzosa, precipitada e impuesta modificación de la Constitución votada a toda leche en un parlamento "cautivo y desarmado". Podemos es ante todo un inmenso y colectivo "hasta los huevos" de un pueblo que no acepta más que la corrupción se institucionalice, ni que se le retiren derechos largamente peleados, ni que se le humille.Podemos es el mensajero y de nada sirve matarlo, porque la gente indignada mandarían a otro. Lo que tenemos que hacer es tratar de resolver las denuncias que se plantean, con esto no estoy diciendo que las las soluciones de Podemos sean las mejores ni las unicas posible; incluso creo que algunas de las propuestas de Podemos son pura y llanamente populismo y demagogia. Es bien sabido que es mucho más fácil diagnosticar que curar.
El desencanto popular afecta no solo a los dos grandes partidos, afecta a todos por igual, en algunos es más evidente porque tienen más poder y en otros menos porque apena cuentan. El PSOE, con la dimisión de Rubalcaba, fue el primero en reaccionar pero el PP ya no puede negar por más tiempo que su victoria en las elecciones europeas esta teñida con la perdida de más de dos millones de votos y que sus alcaldes e diputados autonómicos empiezan a sentir sacudidas que les mueven el sillón. Izquierda Unida a pesar de aumentar su numero de diputados ha quedado lejos de lo que ellos mismos esperaban y no paran de hacer guiños de complicidad a Podemos. De momento los compañeros de Pablo Iglesias estan en otra tarea y no perecen demasiado ansiosos de responder a las solicitudes de boda de los IU. IU también a movido ficha haciendo cambios en su dirección federal e instaurando las primarias para la elección de coordinadores y candidatos. Sin lugar a duda  el PSOE es el que más rápido se ha movido, en parte porque ya tenia planeado cambios y los resultados solo acortando los plazos.
De todos modos se equivocan los que con los excesos de los políticos pretenden tapar sus miserias y sus errores de bulto. El cambio no se olvidará de otros reductos de nuestra sociedad que también tienen que evolucionar y ganarse de nuevo el respecto de los ciudadanos. Pienso en los jueces , la Banca, la Iglesia, la Economía,  la Monarquía, la empresa privada y publica, ...Las salidas de las crisis siempre suponen el nacimiento de una nueva realidad que afecta a toda la sociedad. esa nueva realidad necesita a un estrato social que la asuma y la defienda como suya.


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