miércoles, 7 de mayo de 2014

La controversia sobre Cataluña.

Estos días atrás he visto los anuncios ,de los máximos representantes de los  sindicatos mayoritarios apoyando el derecho a decidir de los catalanes. También he escuchado la salida, por la tangente de Cándido Méndez. La verdad que ya había tenido noticias de la actitud de la "rama catalana"de UGT por amigos del PSC pero me faltaba ver al máximo dirigente participar de la campaña del Gobierno catalán para medir el tamaño exacto de la insensatez cometida. Deberían los responsables sindicales repasar la historia del movimiento obrero y más concretamente del movimiento socialista para rememorar que la izquierda democrática nunca fue nacionalista y que cuando algún dirigente se acerco, a esa tendencia eminentemente "burguesa" se "quemo". Creo que los sindicatos tienen bastante tarea si quieren seguir representando a los trabajadores y deberían apartarse de los despachos enmoquetados y frecuentar más otros ambientes. Al líder catalán de UGT simplemente recordarle la frase de Pablo Iglesias:" El socialismo no es la meta, es el camino".
Pero dejemos a los sindicatos a su suerte para centrarnos en el fondo del asunto. Asunto por otro lado que tiene poco de nuevo sino que esta vez sirve para tapar la pésima gestión del nacionalismo catalán en el gobierno. En general el "enemigo exterior" es el espantapájaros que alguien saca cuando quiere salvaguardar sus prebendas y sabe que su gestión no da para tanto. En este momento tanto la derecha catalana como la derecha española les viene bien electoral mente la situación de tensión que se ha creado  pues les evita tener que entrar en dar explicaciones sobre los problemas económicos que padecemos todos los ciudadanos, los de Cataluña  y los del resto del estado.
El tema catalán centro ,posiblemente uno de los debates más intensos e interesantes de los habidos en el parlamento español. Fue en la discusión de la Constitución de la II República y  lo mantuvieron Ortega y Gasset y Manuel Azaña. El nivel de la controversia fue extraordinario muy alejado de lo que ahora estamos acostumbrados. Igual que Ortega yo piensa que este problema no tiene solución y con el que estamos obligados a convivir. Ortega decía:"Yo sostengo que el problema catalán, como todos los parejos a él, que han existido y existen en otras naciones, es un problema que no se puede resolver, que sólo se puede conllevar, y al decir esto, conste que significo con ello, no sólo que los demás españoles tenemos que conllevarnos con los catalanes, sino que los catalanes también tienen que conllevarse con los demás españoles. ...) ""Es un problema perpetuo, que ha sido siempre, antes de que existiese la unidad peninsular y seguirá siendo mientras España subsista; que es un problema perpetuo y que a fuer de tal, repito, sólo se puede conllevar."   
Tengo claro que los nacionalistas nunca se darán por satisfechos por mucho que se les conceda, siempre pedirán más y más. De hecho la independencia ya no es su objetivo máximo sino que quieren la independencia y la permanencia en UE.  El único  limite que puede frenar al nacionalismo es el económico, están dispuestos a no asumir servicios poco rentables incluso a retrasar sine die la independencia, como proponen, ahora los nacionalistas  flamencos belgas. 
Por el momento toda parece indicar que estamos aún en el inicio de la partida y los dos actores principales están actuando como cada uno espera del otro. Ninguno ha hecho ni un solo movimiento para sorprender al contrincante, la partida va por los cauces académicos y todo "va bien" para ambos.¿Hasta cuando? ¿El resto de los partidos no van a proponer nada nuevo? ¿Solo existen dos opciones?
Ya se que tanto el PSC como el PSOE proponen la construcción de un Estado federal que implica una modificación constitucional y que permiteria conceder la facultad de convocar el referéndum al Gobierno catalán. Con un símil futbolistico parece que el PP no quiere jugar el partido y los nacionalistas quieren jugar el partido pero también quieren escoger campo y arbitro. Y mientras tanto ambos ensucian el terreno de juego. ¿Por qué el Gobierno del PP no organiza el partido? ¿Por qué no convoca Rajoy el referéndum, en Cataluña con las reglas que nos hemos dado todos los españoles? Parece como si diéramos por perdido el partido, antes de saltar al campo. Un referéndum en serio donde el Gobierno escogueria la pregunta única, donde los partidos no nacionalistas tendrían la ocasión de hacer campaña y hablar de los temas reales y no de sentimientos y donde se podría debatir con argumentos y obligar a los nacionalistas a decirnos lo que pasaría el día después de la consulta si salen ganadores. Yo no doy el partido por perdido.

No hay comentarios: