miércoles, 28 de mayo de 2014

¿Hacia donde va el PSOE?

Siempre es un atrevimiento analizar resultados electorales y una frivolidad comparar elecciones de ámbitos diferentes. De todas las elecciones, posiblemente las europeas son las más difíciles de interpretar y las que menos responden a la lógica electoral clásica. Siempre se utilizo las elecciones europeas para dar toques de atención a los partidos sin que eso tenga demasiado transcendencia. Esta vez, este argumento no sirve pues no se puede calificar de "toque de atención" a lo que ha pasado, más bien se ha producido un tsunami que se ha llevado por delante una parte importante de la vieja política. El PSOE no es el único afectado aunque sea el primero en reconocerlo y el que ha reaccionado de forma más evidente. La abstención es una vez más la ganadora lo que significa que perdemos todos los demócratas.
Pero hablemos del PSOE. La inmediata reacción de Alfredo Pérez Rubalcaba fue una sorpresa a medias, es verdad que en este país le cuesta un triunfo a la gente conjugar el verbo dimitir, pero Rubalcaba sigue siendo un señor y un excelente dirigente que sabe que todo tiene fecha de caducidad ( diga lo que diga Cañete) y la suya había llegado. Por otro lado su decisión de convocar un congreso extraordinario es su ultimo intento por salvar los restos del naufragio.
Naufragio cuya responsabilidad asume Rubalcaba, como capitán del barco, pero que tiene muchos padres. Entre los responsables hay gente que muy posiblemente, ahora saltara al escenario  para querer representar la renovación.
El debate esta ahora en el calendario de los próximos  movimientos que tienen que hacer los socialistas. Ya no se puede esperar más tiempo y el cambio de caras es indispensable para intentar la apertura a la sociedad que nos reclaman los votantes. No se puede continuar como hasta ahora sino se quiere que el instrumento que es el partido, se convierta en inútil y desaparezca como motor de cambio y de transformación de la sociedad. Ya no vale el funcionamiento endogámico paralizante que desgraciadamente sigue imperando, en todos los niveles de la organización. Un congreso extraordinario donde solo votan los delegados ya no es suficiente, es tan arcaico como el centralismo democrático. Seria peligroso someter a unas primarias abiertas a un Secretario General, solo elegido por los delegados y que las perdiera, pues seria un cuestionamiento total y absoluto del órgano más importante de la organización.. Tampoco saldrían bien parados los congresos regionales que han elegido a los delegados. Me parece un riesgo inútil. Un congreso extraordinario con una elección del secretario general por toda la militancia le daría un plus de representación y le otorgaria un plus para enfrentarse, si lo pretende a las primarias abiertas.
Las primarias abiertas son sin lugar a duda la prueba del algodón para iniciar nuestra apertura a la sociedad. No es suficiente; hay más cosas que hacer empezando por propiciar un relevo que yo no calificaría de generacional  pues no se trata de edad se trata de años en los cargos tanto orgánicos como públicos. Esto se tiene que llevar  a cabo a todos los niveles, nacional, autonómico, local. No olvidemos que las proximas elecciones son las locales y las autonómicas.

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