martes, 15 de abril de 2014

República: memoria y futuro.

Ni en mis más alocadas ensoñaciones me he imaginado jamas, que podría volver a ver una república en España. Es más me había resignado a ser un republicano, en una monarquía constitucional o como muchos dicen con cierta retranca un republicano juancarlista. Pero hete aquí que de un tiempo a esta parte las cosas cambian a una velocidad de vértigo y cada vez parece menos descabellado pensar en la posibilidad de la III República. La tremenda crisis económica y sistemática ha hecho que todas las instituciones se vean puestas en cuestión y exigidas más que nunca.
En España, la República siempre llego un poco de sopetón sin premeditación y como en la mayoría de los casos por errores de los monarcas reinantes. El nombre de tercera República no atrae especialmente, me recuerda a la tercera francesa, y no me gusta, pero las repúblicas son como los reyes y después de la primera va la segunde y después la tercera.
Nuestra II República fue intencionadamente mal tratada por los historiadores y por la memoria de mucha gente de ambos bandos. Este mal trato continuo con la recuperada democracia que no presto ni presta suficiente interés para con las victimas republicanas y sus familias ni para los que sufrieron la represión franquista. Otros maltratan la memoria republicana reduciendo la II Republica a la guerra civil y otros incluso van más aya y la constriñen al Frente Popular.
La II República fue mucho más que una guerra civil fue una entrada de aire fresco, en un convento de monjas, fue una puesta en duda del antiguo régimen caciquil, católico y de señoritos. Como adelantada de su tiempo la República desarrollo un trabajo ingente en el campo de la enseñanza, la ciencia y la cultura. La igualdad fue otra de sus tareas prioritarias; igualdad entre hombres y muyeres, pero también abolición de los privilegios de todo tipo. Esto fue lo que asusto a los poderosos y lo que propicio el levantamiento militar. La cultura no gusta a los intolerantes y el arte da miedo a los biempensantes.
Pero lo que España necesita ahora es una tercera no una segunda bis. El tiempo no pasa en balde y las exigencias actuales no son las de 1931. Hay cosas que tienen que ser estudiadas con visión de futuro y con perspectivas del siglo XXI. Solo voy a plantear una questión para demostrar de lo hablo: podemos optar por un Presidente de la República "florero" como  Italia o Alemania o optamos por un presidente con poderes como en Francia o USA. Esto ya da para debatir. Quiero aclarar para terminar que estoy hablando de república democrática es decir con urnas, papeletas y controles sobre los elegidos.

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