Al 23F Suárez ya llego abandonado por la mayoría de los suyos, ya le habían retirado la mayor parte de los apoyos que disfrutaba. Adolfo Suárez brillante en su faceta de muñidor de pactos de estado, no pasaba de la media en los asuntos del día día, en los asuntos corrientes de la gestión del estado. Quizás en esta faceta fue donde se vieron las carencias no solo suyas, sino la escasa consistencia del aglomerado que era UCD. Debilidad tanto ideológica como de estructuras y funcionamiento. Esta situación no era exclusiva de UCD, solo que la izquierda y los nacionalistas tenían ideología e historia para hacerlos más cohesionados y aunque parezca una tontería tenían "programa máximo". UCD carecía de todo eso su programa máximo se resumía a la monarquía constitucional, y lo cumplieron el 6 de diciembre del 78. En cuanto a su historia simplemente no tenia historia común y las historias individuales eran poco presentables, en democracia. UCD estaba pensada para lo que sirvió y nada más, no era un instrumento para gestionar situaciones normalizadas. Simplemente la UCD estaba formada por gente demasiado diferente y sin un futuro común por el que comprometerse. Como casi siempre Alfonso Guerra resumía esta situación con sarcasmo y precisión: "La mitad de los diputados de UCD se entusiaman cuando oyen en esta tribuna al señor Fraga. La otra mitad lo hace cuando quien habla es Felipe González"
Las generales del 79 las volvió a ganar Suárez, pero las municipales de ese mismo año las ganó la izquierda que gracias a un acuerdo PSOE-PCE entraron a dirigir la mayoría de los ayuntamientos de España y muy especialmente los consistorios de las grandes ciudades. La segunda vida política de Suárez fue en el CDS y en la oposición y un Ex-presidente no puede estar en la oposición.
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