sábado, 15 de marzo de 2014

El patio trasero.

Escuchando, ayer noche, al Presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla ,en la SER creo que tenemos un problema grave. Cuando digo tenemos quiero decir la Unión Europea pero también España. La inmigración ilegal es el mayor problema que tiene Europa, en su patio trasero sureño, y el señor Presidente Imbroda es el más serio problema que tiene España, en el norte de África. Las declaraciones del señor Imbroda son inaceptables para un cargo publico con una responsabilidad como la que ostenta. La utilización de expresiones inadecuadas y la justificación de acciones inapropiadas por parte del Estado son inadmisibles. El señor Imbroda  hace un flaco favor a la Guardia Civil organizando manifestaciones de apoyo a este cuerpo de seguridad y desviando la atención de la responsabilidad política de los hechos que recae en sus correligionarios del PP y no en los números del Instituto Armado. La Guardia Civil no necesita justificaciones interesadas, se vale y se sobre ella sola con intervenciones como la que esta desarrollando con salvamento marino, en el cabo Peñas para revindicarse. La derecha española esta acostumbrada a presentarse como defensora de las instituciones cuando nadie la ha"invitado a ese entierro". Si el señor Imbroda expresa la posición del Gobierno del PP sobre la inmigración, nuestro Gobierno tiene una grave carencia democrática y una total ausencia de sensibilidad humanitaria. Oyendo a este señor no me extraña en absoluto que se nos mire con lupa en el tribunal de derechos humanos de Estrasburgo y creo que tendremos que avergonzarnos más veces cuando desde Europa nos saquen los colores.
La Unión no se puede engañar, las fronteras exteriores son responsabilidad de todos los miembros y no podemos convertir nuestro territorio en un gueto, en una urbanización privada o en una jaula de oro para ricos. Cada vez los problemas en nuestras fronteras exteriores van a ser más acuciantes y la presión de los que buscan donde vivir mejor sera más grande. La Unión también tiene que solucionar los problemas que causan los señores como el Presidente de Melilla y tiene que pedirle al Gobierno central que no mire para otro lado y que no transforme el patio trasero meridional de Europa en una zona de guerra.

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