viernes, 24 de enero de 2014

Los tiempos están cambiando.

El caso Neymar viene a corroborar que como decía Dylan " los tiempos están cambiando". La crisis que padecemos nos ha convertido en ciudadanos más exigentes con todo lo que nos rodea. Los que creyeron que el hartazgo no iba con ellos están equivocados, este hastió no conoce ni fronteras ni tabúes. La exigencia es máxima no solo para  con los políticos y los sindicalistas como algunos estaban interesados en hacernos creer. El asco y la repugnancia va a "dinamitar" todos los comportamientos públicos y privados. Hasta el fútbol, presuntamente intocable esta en el retrovisor de la reacción ciudadana. El fútbol o para ser más precisos "los despachos" y los palcos del fútbol, pues a dios gracias lo más sano del deporte rey sigue estando en los terrenos de juego.
La crisis económica nos va a cambiar la forma de vida a todos y no solo a los de siempre, nadie esta a salvo de la indignación de la sociedad que considera que hay limites que no se pueden traspasar. El sector social, económico, ciudadano que aún no le haya tocado que lo espere.

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