miércoles, 5 de diciembre de 2012

Ferraz tenemos un problema.

¿Solo uno?
El lunes, he asistido, en Corvera de Asturias, al encuentro con Rubalcaba programado por el partido socialista. La primera impresión fue de alegría pues fue la ocasión de volver a encontrarse con compañeros que hacia tiempo que no nos veíamos. Después bien pensado te das cuenta que aquello parece más un encuentro de antiguos militantes festejando el 30 aniversario del 82 que una convocatoria para hablar del futuro del PSOE. Con esto no quiero decir que los del principio no tengamos cosas que aportar, como se creía hace aún poco tiempo, sino que todo parece indicar que los más noveles son los que se echan en falta. Y miremoslo por donde lo miremos, eso es un problema y gordo.
En el PSOE tenemos varios problemas interconectados que influyen los unos sobre los otros. Tenemos un problema orgánico, es decir de organización interna y tenemos un problema de proyecto; mejor dicho tenemos que plantear un nuevo proyecto pues el que teníamos ha caducado y no sirve para responder a las demandas de esta sociedad de principios de XXI. El chascarrillo de Cascos de que prefería un partido sin Gobierno que un Gobierno sin partido no nos sirve. Nosotros necesitamos un partido de Gobierno, un partido que siempre tiene que aspirar a dirigir, el país. Felipe dice "un partido con vocación de ser mayoritario".
Personalmente creo que el debate para saber si se empieza primero por "transformar" el PSOE o por articular un nuevo proyecto es un debate absurdo parecido al del huevo y la gallina. Lo que si tengo claro es que las estructuras de las organizaciones influyen sobre acción y sobre su actividad. Lo ideal es adaptar la herramienta (el Partido) a la labor que pretendemos acometer (ganar las elecciones y retomar el camino reformista).

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