martes, 29 de mayo de 2012

Gobernar, en tiempos difíciles.

Gobernar siempre es ante todo, priorizar. En tiempos buenos es más fácil sobre todo porqué se pueden desarrollar más acciones de gobierno y en tiempo de penuria es más difícil. En épocas como la actual se trata ni más ni menos que "repartir miseria", estirar los presupuestos hasta el infinito. Lo que no puede significar es "sacar de donde no hay" eso es "empufar", eso es déficit y no es bueno ni en tiempos de bonanza. El gobierno en tiempos difíciles es también comunicar. Explicar a los administrados porqué se invierte en esto y no en esto otro.
Las prioridades de cada gobierno las marca normalmente la ideología del partido que ostenta el poder. Esto es cada vez menos,  una norma de fe. Dependiendo del nivel de la administración influyen, otros factores, como la personalidad del regidor o el peso de los grupos de presión. El ejemplo más reciente de esto que apunto lo han dado alcaldes del PP que quieren cobrar el IBI a la Iglesia, cuando la dirección nacional de su partido se opone. Para muchos´(de todos los partidos) pesa mucho más el posible efecto electoral que la ideología.
También me gustaría aclarar que personalmente y en general la gran mayoría de los gobernantes gobiernan lo mejor que saben, que pueden o que les dejan. ¿Por qué? pues justamente por el hecho que lo que persiguen es repetir en el cargo.

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