Dudas.

Llevo tiempo sin muchas ganas de escribir, en el blog, pues tengo muchísimas dudas sobre lo que pasa a mi alrededor y cada vez me inclino más a “cuidar mi jardín”. En un principio lo achacaba al paso de los años que van tranquilizando a uno y haciéndolo más prudente. Esto mismo me decía un amigo con quien, ayer estuve charlando, otros me dicen que la duda casi permanente que me afecta tiene su origen en la cantidad de información de la que disponemos y de la intencionalidad de dicha información. Yo creo que las dos cosas tienen importancia, en mi estado de ánimo.
Nos empeñamos en reducir los acontecimientos que suceden a dos posibilidades, blanco o negro. Debemos estar marcados por la visión “machadiana” de la historia: “Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios/ una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. Pues no señor ya cada vez estoy más convencido de que había como mínimo una tercera España. Nada es simplemente bueno o malo, puede haber toda una gama de matices entre el cielo y el infierno. Algo puede ser justo pero no necesariamente correcto y así hasta el infinito. Nuestro mundo nunca fue Barrio Sésamo donde todo se reducía a “arriba y abajo”, “lejos y cerca”, las escaleras no solo sirven para subir o bajar sino que también tienen otras utilidades.