La crisis una vez más y ya van unas cuantas, afecta de forma dramática a los trabajadores. Hagamos lo que hagamos siempre somos los paganos de las fiestas del sistema. Por mucho que reforcemos, nuestras organizaciones sindicales y políticas, por mucho, que cuando estamos en el poder ampliemos el estado del bien estar y las protecciones para los más débiles, las crisis económicas nos afectan siempre más a los mismos. Esta visto que el viejo Carlos tenía mucha razón en muchos de sus planteamientos. Nuestras organizaciones son incapaces de defendernos cuando el sistema entra en crisis. Nosotros tampoco somos capaces de reaccionar de forma convincente y efectiva y nos dejamos llevar por actitudes nihilistas y sin ningún futuro digno de ser tenido en cuenta si no es cambiar el collar al perro.
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