Daños colaterales.

Como ya apuntábamos, el pasado 24 de agosto los militantes socialistas de Madrid votaron mayoritariamente a Tomás Gómez, dejando en evidencia a la candidata de Ferraz y a la propia ejecutiva. Como era previsible, los militantes se dieron “una alegría al cuerpo”, en una votación interna dando un palo al aparato y al secretario general. De esto a hablar del post-zapaterismo hay un trecho que no creo que represente en absoluto la realidad de PSOE.
Lo ocurrido, en Madrid viene a constatar una tremenda imprudencia por parte de la ejecutiva federal y por parte de los altos cargos políticos que salieron en tropel a apoyar de forma explicita a la candidata preferida del secretario general y presidente del gobierno. Personalmente mi mayor asombro y decepción fue el ver a Alfredo Pérez Rubalcaba salir al centro del cuadrilátero a mojarse hasta ensuciarse. Rubalcaba con su talento ha dado a Tomás Gómez su mejor carta de presentación. Ahora el líder madrileño es conocido “como el hombre que dijo “no” a Zapatero. El ministro de interior es, sin duda alguna, uno de los perdedores de este trance y lo es bastante más que lo puede ser ZP. Espero con verdadera impaciencia las explicaciones que Rubalcaba va a dar para justificar su actitud. Otro afectado por el efecto rebote es Pepe Blanco, en este caso a mi no me produce el mismo efecto sorpresa que en el caso Rubalcaba. Sin lugar a duda la que menos pelos ha dejado, en la gatera es Trini. La candidata ha librado una batalla donde era muy complicado sacar algún provecho y lo hizo por lealtad a ZP y con gran dignidad.
Tremendo patinazo del aparato federal que además llega en un momento muy inapropiado para los socialistas. Zapatero parece haber sacado la lección de todo esto, hoy a declarado en el congreso de los diputado: “No siempre se puede tener razón”.
Desde este territorio, mi felicitación para Tomás Gómez y mis deseos de éxito para las autonómicas madrileñas.