martes, 12 de octubre de 2010

Naranjas de la China.


Como era de esperar, el régimen chino, ejemplo de emergencia económica liberal no ha encajado nada bien la concesión del Nobel de la Paz al disidente Liu Xiaobo. El golpe dado al “imperio del centro” fue certero y le toco donde más les duele a los amos del negocio chino. Los derechos humanos. El ejemplo económico chino se basa en varios aspectos inaceptables para cualquier democracia, entre estos la falta de derechos fundamentales, como libertad de expresión, de manifestación, de asociación o de movimiento. Esto es lo que viene denunciando desde hace años Liu Xiaobo que esta encarcelado y condenado a once años de cárcel por ser uno de los firmantes de la Carta 08 que demandaba la democracia para China.
China, como Cuba es una herida que cierta izquierda europea lleva en el corazón y que con demasiada frecuencia sangra. Muchos hemos soñado con el mundo que los campesinos chinos defendían comandados por “El Gran Timonel” y proponían al mundo. A finales de los sesenta principio de los setenta muchos jóvenes occidentales se apuntaron a ese carro y no pocos salieron totalmente desmovilizados de esa experiencia.
Hoy los medios de comunicación siguen calificando a China de régimen comunista, pues difícil calificar algo tan contradictorio como lo que es sistema chino. Un viejo amigo me dice que los chinos han conseguido la cuadratura del circulo, han pasado del comunismo extremo al capitalismo extremo sin ningún remordimiento de conciencia.

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