lunes, 6 de junio de 2011

No se puede comparar.



Este fin de semana he leído varios artículos que comparaban el movimiento del 15 M y el Mayo francés. Yo creo que como siempre comparar eventos que distan en el tiempo cerca de 50 años es un error pues todo a cambiado tanto que es casi igual que comparar el 15 M con la primavera árabe.
El 68 fue una revolución, en el sentido más amplio de la palabra, revolución en tiempos de bonanza económica que perseguía no modificar el sistema sino cambiar el mundo. En el 68 no se pedían puestos de trabajo porque no había escasez y los que encabezaban la revuelta, la inmensa mayoría estudiantes sabían que al dejar la universidad encontrarían trabajo. Otra diferencia muy importante, el Mayo francés estaba apoyado decididamente por los partidos de extrema izquierda, hoy desaparecidos en combate. Incluso uno de los principales problemas que tuvieron que resolver los participantes fue el reparto del poder entre, maoístas, trotskistas, libertarios, radicales e independientes. El enemigo principal de los estudiantes eran la derecha y los comunistas del PCF y del sindicato CGT. En el 68 el movimiento socialista francés era un conglomerado de siglas que agrupaban a poca gente y que se llevaban mal.
Los intelectuales de izquierdas fueron otro de los pin pan pum de los estudiantes, recordemos que cuando Sartre se arrimo al movimiento lo primero que tuvo que hacer es vender el periódico maoísta “La Cause du Pueble”. Como se puede ver nada que ver con lo que pasa ahora, nada de pedir listas abiertas ni reducción del sueldo de los políticos se pedían otras cosas que hoy disfrutamos y que en el 68 eran más escasas, libertad sexual, aborto libre, igualdad entre sexos y otras muchas. El mayo del 68 se puede resumir con uno de sus eslóganes más conocidos: “Seamos realistas pidamos lo imposible”. Son otros tiempos, son otras circunstancias…

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