Todos tenemos fechas grabadas en nuestra memoria que nos han marcado por la razón que sea. Son esos momentos donde podemos precisar con exactitud lo que hacíamos cuando nos enteramos del acontecimiento. Cada uno tiene los suyos y algunos son compartidos por la mayoría de la gente.
El 23 F es uno de esos momentos que ha marcado a todos los españoles con uso Derain en 1981. Yo estaba en la mili. El domingo 22 de febrero de 1981 juré bandera en el centro de instrucción de reclutas de Hoya Fría , en Santa Cruz de Tenerife. Juramos a medio día y como no tenia ningún familiar que acudiera a verme Guarar me tocó servicio por la tarde. Los que no teníamos familiares para pasar la tarde con ellos teníamos que hacer los servicios normales del acuartelamiento, es decir cocina, comedor, limpieza etc. El lunes 23 de febrero me mandaron para mi destino: Plana Mayor, regimiento de infantería Tenerife 49, acuartelamiento de Los Rodeos, La Esperanza Tenerife. Por la mañana nos repartieron y nos dieron nuestras pertenencias y tomamos posesión de nuestra taquilla y de nuestra litera. Ahí me copio la intentona de Tejero y compañía. A media tarde nos sacaron a todos de los barracones, nos distribuyeron el armamento, la munición y por turnos pasamos a subirnos a camiones que estaban aparcados en el patio de armas. Los turnos eran de cuatro horas. El primer turno no supo hasta que se bajo de los camiones lo que estaba pasando. Los que estábamos fuera seguíamos los acontecimientos por los transistores y por los contactos que teníamos con los compañeros que estaban en las oficinas de mando. Durante las primeras horas fueron llegándola cuartel todos los mandos que estaban fuera de servicio y que fueron acuartelados durante dos días.
En los camiones estábamos sentados unos frentes a otros y con “la escopeta” entre las piernas. No se puede uno imaginar la cantidad de cosas que se te pueden pasar por la cabeza, en un momento como ese. No recuerdo el turno que me toco para subirme al camión, lo que si recuerdo es que ya sabíamos lo que pasaba y que en Valencia los carros de combate andaban por las calles. Teníamos ciertos reparos porque el Teniente General comandante de Canarias tenía reputación de golpista y ya fuera investigado con anterioridad. En esos momentos ya se hablaba del esperado discurso del rey y en el cuartel ya s estaba instalando altavoces en el patio de armas para retransmitirlo. Lo escuchamos todos formados y terminamos con un “viva el rey”. La noche no se termino ahí, pues desde el lunes no habíamos tenido contactos con nuestras familias (recordemos que el móvil no existía). Las tres cabinas que existían en el cuartel fueron asaltadas y hasta la centralita del regimiento fue utilizada para tranquilizar a los padres y a las madres.
Pensando en esto de recordar es curioso, yo recuerdo perfectamente lo que hacia cuando el hombre llego a la luna, cuando el atentado de Carrero, la caída de Saigón, el anuncia de Arias Navarro, la victoria del PSOE del 82, el 11 de septiembre y el 11 de marzo 2004. No tengo tan claro lo de la caída del muro. (La foto es de El País).
El 23 F es uno de esos momentos que ha marcado a todos los españoles con uso Derain en 1981. Yo estaba en la mili. El domingo 22 de febrero de 1981 juré bandera en el centro de instrucción de reclutas de Hoya Fría , en Santa Cruz de Tenerife. Juramos a medio día y como no tenia ningún familiar que acudiera a verme Guarar me tocó servicio por la tarde. Los que no teníamos familiares para pasar la tarde con ellos teníamos que hacer los servicios normales del acuartelamiento, es decir cocina, comedor, limpieza etc. El lunes 23 de febrero me mandaron para mi destino: Plana Mayor, regimiento de infantería Tenerife 49, acuartelamiento de Los Rodeos, La Esperanza Tenerife. Por la mañana nos repartieron y nos dieron nuestras pertenencias y tomamos posesión de nuestra taquilla y de nuestra litera. Ahí me copio la intentona de Tejero y compañía. A media tarde nos sacaron a todos de los barracones, nos distribuyeron el armamento, la munición y por turnos pasamos a subirnos a camiones que estaban aparcados en el patio de armas. Los turnos eran de cuatro horas. El primer turno no supo hasta que se bajo de los camiones lo que estaba pasando. Los que estábamos fuera seguíamos los acontecimientos por los transistores y por los contactos que teníamos con los compañeros que estaban en las oficinas de mando. Durante las primeras horas fueron llegándola cuartel todos los mandos que estaban fuera de servicio y que fueron acuartelados durante dos días.
En los camiones estábamos sentados unos frentes a otros y con “la escopeta” entre las piernas. No se puede uno imaginar la cantidad de cosas que se te pueden pasar por la cabeza, en un momento como ese. No recuerdo el turno que me toco para subirme al camión, lo que si recuerdo es que ya sabíamos lo que pasaba y que en Valencia los carros de combate andaban por las calles. Teníamos ciertos reparos porque el Teniente General comandante de Canarias tenía reputación de golpista y ya fuera investigado con anterioridad. En esos momentos ya se hablaba del esperado discurso del rey y en el cuartel ya s estaba instalando altavoces en el patio de armas para retransmitirlo. Lo escuchamos todos formados y terminamos con un “viva el rey”. La noche no se termino ahí, pues desde el lunes no habíamos tenido contactos con nuestras familias (recordemos que el móvil no existía). Las tres cabinas que existían en el cuartel fueron asaltadas y hasta la centralita del regimiento fue utilizada para tranquilizar a los padres y a las madres.
Pensando en esto de recordar es curioso, yo recuerdo perfectamente lo que hacia cuando el hombre llego a la luna, cuando el atentado de Carrero, la caída de Saigón, el anuncia de Arias Navarro, la victoria del PSOE del 82, el 11 de septiembre y el 11 de marzo 2004. No tengo tan claro lo de la caída del muro. (La foto es de El País).
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