lunes, 17 de enero de 2011

El patio trasero.


Para los Estados Unidos al sur del río Grande empieza su patio trasero. De ahí para bajo siempre han hecho lo que les apeteció y normalmente les salio mal. En su afán de mantenerlo medianamente limpio no dudaron, en propiciar golpes de estado o apoyar a regimenes impresentables dejando para más adelante cuestiones como los derechos humanos o la explotación de las poblaciones locales. Los americanos justificaban esta peculiar política exterior, aludiendo al combate contra el comunismo, cuando lo que de verdad la propiciaba era el espolio de las riquezas de esos países. Lo gracioso de esta política del patio trasero fue que nunca tuvieron tan cerca de los misiles soviéticos que cuando la aplicaban con más ahínco.
El Magreb (Mauritania, Sahara Occidental, Argelia, Túnez y Libia) es un poco el patio trasero del sur de Europa (Francia, Italia, España) o así lo concederán estos tres países. Se apoyan regimenes impresentables, se trata de tú a tú a dictadores de opereta o a monarquías corruptas y anacrónicas. Se da carta de honorabilidad a clanes familiares que están robando a manos llenas a sus pueblos. Esto se justifica, con el espantapájaros del islamismo radical o con la lucha contra el tráfico de drogas o contra la inmigración subsahariana. Estamos dejando de apoyar a los demócratas de estos países por no molestar al dictador de turno. Nos olvidamos de los derechos de los pueblos y reconocemos a los que están violentando a esos pueblos. Esperemos que no tengamos a los radicales islamistas cualquier día de estos a tiro de piedra de Canarias, de Ceuta o Melilla o frente a Tarifa.

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