miércoles, 18 de marzo de 2009

Agua


Hace unos días hablábamos de la privatización de la gestión del servicio municipal de suministro de agua. Los servicios de suministro de agua suelen ser deficitarios, en la gran mayoría de los ayuntamientos, primero por lo que decíamos del cobro del agua a un precio “político” que por supuesto no cubre gastos. Esto hace que al ser, de siempre deficitario se realizan solo las inversiones estrictamente necesarias para poder dar el servicio, acumulando retrasos en las infraestructuras, llevándonos a tener una red de suministro obsoleta, desde hace años con unas perdidas por fugas que los más optimistas cifran en torno al 40%. Me comentaba un antiguo alcalde, de la comarca: “…además las inversiones en la red de agua no se ven, están bajo tierra”.
Todo esto es verdad y se explica en parte por nuestra forma de ser y de considerar que si algo no falta, en Asturias es agua. Este convencimiento es falso y peligroso y esta basado en parte en el precio “político” que pagamos por el líquido elemento y también en las condiciones climáticas que caracterizan a nuestra región.

Servicio deficitario.

Existen servicios prestados por la administración pública que pueden ser deficitarios, mucha gente cree que ciertos servicio solo puede ser deficitarios. Como ejemplo municipal citaremos los servicios sociales. Claramente es un servicio que no busca la eficacia económica pero si la eficiencia social, otro ejemplo podrían ser las instalaciones deportivas o culturales.
Lo que ya parece más dudoso, es que el servicios el suministro de agua siga a estas alturas siendo deficitario por decreto, es decir por decisión política y por despilfarro. Aquí tenemos el segundo elemento importante del mal funcionamiento de este servicio, en muchos ayuntamientos. Cuando hablo de despilfarro, no hablo del consumo privado, donde también podrían intervenir los municipios. Hablo del consumo público, del consumo de la propia administración. La mayoría de los ayuntamientos no saben lo que realmente consumen por la simple razón que, en la mayoría de ellos, las dependencias municipales carecen de contadores para medir el gasto de agua. Es muy difícil ahorrar si desconoces realmente lo que consumes. Insisto el precio político del agua es “peligrosamente” bajo, lo que incita a no ser cuidadosos en su consumo. Por eso podemos ver regar calles y parques con agua potable. El colmo es que, en la comarca se utiliza agua de boca para procesos de producción de la industria pesada.

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