sábado, 24 de enero de 2009

En el ojo del huracán.


Como de costumbre, teníamos pensado pasar el fin de semana en Santa María del Mar, disfrutando de la tranquilidad del lugar. Hemos tenido que regresar hoy, pues después de la noche que hemos tenido todo el pueblo estaba sin luz y no podíamos ni desayunar (cafetera eléctrica, tostadero eléctrica) ni ducharnos con agua caliente (caldera de gasoil, pero encendido eléctrico) y no estaba para una ducha de agua fría. No hay vida más alla de la electricidad, para gente de la ciudad, los del pueblo están preparados tienen alternativas preparadas para estos casos. De todos modos lo mas impresionante fue la noche, es como tener un Boeing 747 permanentemente encima de la cabeza. Nuestro perro, Enol fue el primero en preveer lo que venia y sobre las ocho de la tarde empezó a dar más vueltas “que un perro con pulgas” y a las 10 empezó a aullar como un lobo.(Pincha aqui)
A las ocho de la mañana cuando nos levantamos e intentamos abrir la puerta para dejar salir a Enol nos encontramos que no podíamos pues había diez centímetros de granizo. Cuando salíamos de vuelta a Piedras Blancas entendimos perfectamente porque no teniamos luz, los cables estaban tirados en medio del aparcamiento de la Iglesia. Se me olvidaba, las campanas del templo sonaron toda la noche azotadas por el viento. La verdad es que es una cura de humildad que pequeños somos frente a los elementos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿preveer?
prever, amigo.

Pasé la noche en Tineo... una experiencia aterradora.

Manuel Colero dijo...

Aterradora no se pero, diferente seguro y cuando salimos de casa teníamos un cacho del tejado del vecino a un metro de la Picasso y el tejado del garaje del mismo vecino a unos 100 metros de su sitio. La falta de luz lo entendimos claramente cuando hemos visto los cables tirados en el aparcamiento de la iglesia y de los postes ni rastro.