miércoles, 3 de junio de 2009

El síntoma de la trinchera.


No h escrito nado sobre los casos de corrupción que se están destapando, en las filas del PP y no cuento empezar ahora. Lo he pasado tan mal cuando los que estábamos bajo los focos de la sospecha éramos nosotros que no me apetece hablar de eso. Me pareció patético lo del acto electoral, en la plaza de toros de Valencia. Eso en política se llama el síntoma de la trinchera, están tan cansados de oírse criticar que se refugian en la “trinchera” de los suyos para estar seguro que por lo menos no van a oír críticas. De lo dicho alguno puede repentirse dentro de poco.

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