lunes, 24 de noviembre de 2008

Lo privado y lo público

La pasada semana la prensa local ha publicado lo que se gastan algunos ediles avilesinos en móviles, en teléfono que paga el erario público. No voy a entrar ni en cifras ni en explicaciones pues, como todos sabemos a las cifras las podemos interpretar de formas muy diferente, llegando incluso a justificar con la misma cifra dos hechos opuestos.
Lo que más me ha sorprendido es la ligereza con la que algún concejal se ha defendido aclarando que no iba a andar con dos teléfonos y que si hacia falta que pagaba sus llamadas privadas. Este hecho es para mi mucho más importante que el hecho que algún edil se tenga una muy abultada factura. Ante todo me gustaría contar una anécdota que nos contaba un profesor de economía política en la universidad. El padre de un importante economista alemán del siglo XX, trabajaba en una estafeta de correos del centro del imperio austrohúngaro. Como todo funcionario de la época andaba con un lápiz, en la oreja, nuestro empleado llevaba, también otro lápiz en un bolso de su guardapolvo. Para que me preguntareis quiere dos lápices, pues simplemente para cuando recibía algún certificado, dirigido a su nombre y tenia que firmar. En esos casos no utilizaba el lapicero de correos, sacaba el suyo que llevaba en el bolso. Eso es separar lo publico de lo privada y no decir que si hay que pagar se paga, claro que hay que pagar pero tenia que haber pagado usted desde el primer mes sin esperar que se le señalara con el dedo. Solo lamento no recordar el nombre del economista alemán, con el que nunca he estado de acuerdo.

1 comentario:

ArchipielagoAvilés dijo...

Por lo que tengo leido, en el anterior régimen tampoco había esa necesaria separación entre lo público y lo privado. La gente que, incluso a su pesar, se formó en esa cultura, les cuesta mucho discenir ahora que son mayores. Pero, poco a poco, como corresponde a una democracia, habrá que aprender a llevar uno o dos bolígrafos, uno o dos teléfonos.