Es sin lugar a duda una de las escenas más memorable de la historia del cine. Esta claro que esto es una opinión muy personal y poco objetiva pues considero a Coppola padre con uno de los grandes, sino el más grande pero esto ya son palabras mayores. Solo os pido que disfrutéis de esta escena y que no perdáis ni un detalle, nada es superfluo o hay ni una imagen ni una palabra de más.
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